La localidad logra mantener abierta la tienda de ultramarinos gracias a Esther Juanes, de Palacios de la Sierra, que ha optado por dejar la hostelería y ser su propia jefa «sin ayudas».
La localidad logra mantener abierta la tienda de ultramarinos gracias a Esther Juanes, de Palacios de la Sierra, que ha optado por dejar la hostelería y ser su propia jefa «sin ayudas».