La historia del cine está hecha de muchas pequeñas y extrañas historias. Una es la del rodaje de “El bueno, el feo y el malo” en España, en 1966, cuya escena cumbre, el duelo final a tres en el cementerio de Sad Hill, se filmó en Burgos, en las cercanías de Covarrubias, donde se construyeron el campo de concentración, el puente y el camposanto. Pero más extraña es la historia de cómo 50 años después, la Asociación Cultural Sad Hill decidió desenterrar las ruinas del cementerio ficticio y convertir el lugar en santuario de la película.
Esa es la que narra el documental de Guillermo de Oliveira, homenaje al cine y a los que están locos por él, con la presencia de supervivientes como Eastwood o Morricone, de críticos como Christopher Frayling o fans como James Hetfeld. El resultado no es sólo emotivo, sino también inquietante: es arqueología del cine. [Fragmento de la crítica en revista Fotogramas]
Con Un Pack (la distribuidora de mi sobrino cineasta) distribuye esta película documental tan especial, que acaba de ganar el premio a la mejor película en la sección Nuevas Visiones del Festival de Sitges, desde el viernes 19 de octubre, en cines selectos de Madrid, Barcelona, Aranda de Duero, Vigo, Santiago y Bilbao entre otras ciudades.
En Burgos estará solo 4 días en los MULTICINES ODEÓN EL MIRADOR. De lunes 22 a jueves 25 de octubre. A las 20h.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=F_jaSnQSJBI
¡Y si, sale Clint Eastwood!