Sin campo no hay paraíso ni futuro, eso está claro. Sin mundo rural no hay calidad de vida en el mundo urbano. Y sin mundo urbano concienciado y activo que apueste por esos productos tan especiales el campo tampoco tiene mucho futuro.
Sin campo no hay paraíso ni futuro, eso está claro. Sin mundo rural no hay calidad de vida en el mundo urbano. Y sin mundo urbano concienciado y activo que apueste por esos productos tan especiales el campo tampoco tiene mucho futuro.